12 de Julio de 2011 | Consejo de Comunicación y Ciudadanía
Sesión de Trabajo de Rosario con los Equipos de Dirección del FSLN, del Poder Ciudadano y de Juventud Sandinista de Managua, el 8 de Julio de 2011.
Palabras de Rosario
Esta Reunión compañer@s, es anticipo de una Reunión Nacional que queremos tener en la misma modalidad... Secretarios Políticos, Delegados del Poder Ciudadano, Secretarias Políticas Adjuntas, Secretarios de Juventud. Queremos empezar por dejar claro que esto es, para nosotros, el Equipo de Dirección.
Cuando en el Congreso se dio a conocer la Resolución, y fue allí aprobada y respaldada, de trabajar en equipos, nos referíamos a estos Equi-pos, donde no hay uno que tenga más respon-sabilidad que otro. Nos referíamos a que el Frente Sandinista, debía ir reencontrando su modalidad original de trabajo, la Dirección Colectiva. Estamos entonces, hablando de retomar ese concepto y esa práctica de Dirección Colec-tiva, para que todos seamos igualmente responsa-bles de los éxitos o de los errores.
Porque el Ser Humano siempre comete errores, lo bueno es que aprendamos de los errores cometidos, de manera que cuando cometamos errores, no sean los mismos. Porque se supone que vivimos en un proceso de Crecimiento Interior, Personal, Político, Cultural, Ideológico; y ese Proceso debe llevarnos a asumir los desafíos de cada momento con más conocimiento, con más experien-cia, con más dominio, por lo tanto, si siendo humanos vamos a cometer errores, los errores ya no tienen que ser los mismos. Son probablemente, errores que cometeremos identificando, o cono-ciendo otras circunstancias a las que nos vamos a enfrentar en el devenir.
Nosotros estamos construyendo un Proceso Revo-lucionario, en un Mundo complicado, en un Mundo que no tiene nada que ver, con aquel Mundo donde triunfó la Revolución Popular Sandinista en 1979. Cuando hacíamos la lucha contra la dictadura, nosotros pensábamos que llegaríamos al Día del Triunfo, que no se sabía cuándo iba a ser, y la mayoría de quienes luchábamos ni siquiera pensá-bamos que pudiéramos ver ese día, estando vivos; pero pensábamos que llegaríamos al Día de la Vic-toria, para construir un País más Justo, un País Libre, un País Democrático, un País Socialista.
¿Qué nos diferencia a nosotros, l@s sandinistas, de muchos otros Movimientos Revolucionarios? Que nosotros nos formamos desde Valores Cristianos. Nos formamos desde Valores Socialistas, Revolu-cionarios, Ideologías Revolucionarias, pero sobre todo, en Nicaragua siempre ha prevalecido la condición, el conocimiento y la Práctica Cris-tiana. Por eso yo siempre digo a los compañeros, que lo que ha hecho que el Frente Sandinista de Liberación Nacional se mantenga válido, vigoroso, vital, y se transmita ese vigor, esa validez, y esa vitalidad de generación en generación, es que nosotros somos una creencia profunda. Nosotros creemos en la Humanidad, en el Amor al Prójimo, en la Solidaridad, y la Teoría Socialista para nosotros, es la que nos ayuda a aplicar los Prin-cipios Cristianos.
Vivimos de Principios, de Valores, y eso es lo que hace que conectemos tan rápidamente con la juventud. Porque la juventud viene formándose, viene forjándose, y busca Sentido y Propósito para la vida. El Sandinismo es una Ideología llena de Sentido y de Propósito, por eso es vigente siempre... no se vence, porque está llena de valores humanos, de Sentido y Propósito. Y por eso es que se traslada, creo yo, tan rápidamente. Se riega como la pólvora, en términos de identi-ficación, en términos del orgullo, o las ganas de pertenecer al Movimiento Sandinista. Que no es lo mismo cuando se convierte en una práctica donde, muchas veces, no actuamos como pensamos o como decimos pensar. Eso tiene que ver también con el hecho de que somos humanos.
Pero nuestra obligación es reencontrarnos con esos Principios, con esos Valores, que nos llenan de Propósito y de Sentido, y de tratar al máximo de ser coherentes con lo que hablamos, con lo que decimos, con lo que proponemos, en nuestras vidas; en nuestras vidas personales, en nuestras vidas políticas, en nuestras prácticas políticas, en nuestra vida cotidiana. En el Sandinismo aprendimos a vernos como hermanos, a vivir como hermanos. Y quizás una de las dificultades más grandes que encontramos en la práctica sandinista cotidiana, es la aplicación de ese Principio que aprendimos.
En los 16 años que luchamos para que la Revo-lución se mantuviera, desafortunadamente tuvimos que defender el Proceso Revolucionario, incor-porando estilos y prácticas que no son propias de Proyectos Revolucionarios, entre ellos, por ejem-plo, las elecciones internas, que nos llevaron a disputas terribles entre nosotros mismos. Porque nosotros no nacimos siendo electoreros. Nosotros nacimos para transformar una sociedad, y llenar un país de belleza. Porque la Justicia es belleza; llenar un país de Solidaridad, de Amabilidad, de Generosidad. Y sin embargo, a veces, nos vimos enfrascados en terribles ren-cillas entre nosotros mismos, y perdimos el sentido original, sandinista, de la Fraternidad.
Y luego, al enfrentarnos también en los mismos procesos electorales, ya no internos, sino nacio-nales, a otra parte del Conglomerado Nacional, también aplicamos las mismas prácticas exclu-yentes, prejuiciadas. Y fuimos como los otros, en vez de distinguirnos de los otros. Y a la hora de hacer Campaña, nuestras Campañas iban más diri-gidas a destruir al adversario en el terreno, que a captar, a convencer al adversario, para que nos acompañara en un proceso de recuperación del Poder, para seguir instalando la Justicia en Nicaragua. Para volver a empezar a instalar la Justicia en Nicaragua.
Es quizás uno de los errores más grandes, que nosotros, como seres humanos, hemos cometido en nuestra práctica política. Porque el discurso del Frente Sandinista, en términos de lo que es nues-tra Dirección, de nuestro Secretario General, de nuestros líderes, es otro. Sin embargo, la prác-tica cotidiana, la vivencia del sandinismo en la comunidad, está talvez todavía, más apegada a estos otros desvalores... A veces tiene poco que ver con la Fraternidad. A veces tiene poco que ver con la Comunidad. A veces tiene poco que ver con el sentido esencial de la Libertad. Porque la Libertad como la entendemos nosotros, es la Libertad para aprender a vivir como Seres Huma-nos. Para Convivir. Para Crecer en Conciencia. Para optar por la Vida, desde un concepto pleno de Humanidad!
¿Cómo recuperar esos valores trascendentes... hoy más que nunca necesarios para vivir como Sandi-nistas, como Cristianos, como herman@s..? Noso-tros, no sólo estamos trabajando para una Victoria Electoral el 6 de Noviembre. Ese es un momento. Es un Evento en nuestra vida de Revolu-cionarios; y nos toca, nos corresponde, estamos obligados, a ver más allá del 6 de Noviembre, para que este Proyecto trascendente, Evolucionario, de Cristianismo, Socialismo, Solidaridad, perviva. Para que siga. Para que continúe. Para que se establezca. Para que crezca. Para que se profundice. Para que se extienda... tenemos que ser cada vez más, l@s nicaragüenses que estemos respaldándolo, los que estemos sumándonos, los que lo estemos construyendo... como Mayorías Protagónicas!
A eso és que tenemos que llamarnos. A trabajar juntos, nicaragüenses sandinistas, y nicaragüenses no sandinistas. Y ese es el sentido de nuestras Campañas Electorales. Y de todo nuestro tra-bajo...! Unir. Reconciliar. Crear Fraternidad. Promover Prosperidad. Felicidad!
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Nosotros no podemos salir a los barrios a escupir el rostro de nuestros hermanos nicaragüenses de otros signos políticos; como tampoco los Católicos podemos ir a atacar a los Evangélicos... ¡cuánto costó que se entendiera en nuestro país, y en muchos otros países, que los Evangélicos no eran el demonio! Yo, cuando era chiquita, recuerdo todavía, había un templo evangélico en la Calle 15 de Septiembre, y una vez venía caminando con unas tías mías, y digo yo, ¿y qué es ahí, tía? Me dice, “no, no, mamita, no entrés”... Y yo no sabía por qué, y era como que el diablo estaba allí, ¡una cosa terrible!
Después supe... porque los Evangélicos eran vistos como “el demonio” hasta que la gente fue entendiendo que hay un montón de Credos. Hay un montón de Religiones. Y todas apuntan a lo mismo, a instalar valores. Y si todas las personas que somos creyentes de uno u otro signo, practicára-mos lo que ese Credo nos enseña, el Mundo sería otro. Lo que pasa es que no lo practicamos. Budistas, Musulmanes, Cristianos, Hinduistas, Animistas, Zoroastristas, si cada uno de estos conglomerados practicara verdaderamente su Fé, el Mundo sería otro. El problema es que somos esquí-zofrénicos, digo yo. A un lado tenemos las creen-cias o los discursos, y las prácticas son comple-tamente distintas.
Pero bueno, eso es propio de la condición humana. Y eso no quiere decir que debamos acomodarnos. Tenemos que reconocer que la incoherencia es casi propia de la condición humana. Y nosotros estamos obligados a trascender esa incoherencia. Porque siempre hablamos de un Mundo Mejor, y de un Ser Humano Mejor. Un Ser Humano que sea mucho más consecuente. Que diga, hable, rece, de acuerdo a lo que piensa y a lo que hace. Eso es lo que nosotros tenemos que alcanzar... como sandinis-tas. Yo muchas veces digo que el Frente Sandi-nista y el Sandinismo, es como una religión. Porque vienen, precisamente, de una Religión! Y espero no ofender a nadie. Porque cuando digo que es como una religión, me refiero a que nosotros estamos siempre llenos de Fé; de Fé en el Ser Humano, de Amor al Prójimo. De Creencias Cris-tianas! Eso es lo que aprendimos.
Cuando yo conocí a muchachos y muchachas clandes-tin@s... cuando conocí a Leonel Rugama, cuando conocí a José Benito Escobar, Edgard Munguía ¡a tantos compañeros, que si me pongo a mencio-narlos...! Camilo; al compañero Carlos, que me impresionó mucho, siempre andaba una cruz al cuello. El compañero que cayó en Veracruz, Carlos Manuel Jarquín, de Ocotal. Y los oías hablar, y era como que estabas hablando con Delegados de la Palabra... era gente que estaba viéndose a sí misma como Misionera, dispuesta al máximo sacri-ficio. Vean desde dónde venimos, promoviendo el Cristianismo, el Amor!
Por supuesto que en estos tiempos no somos ya, gracias a Dios, crucificados, pero ellos, enton-ces ¡estaban dispuestos a dar la vida! Y uno se admiraba de verlos enfrentando el miedo, porque no es que no tuviesen miedo... ¡Es que le hacían cara al miedo! Porque uno vivía con temor, y cuando veías el Becat que pasaba enfrente ¡tenías pánico! Y esa noche no podías dormir. Porque daba miedo, pero eso no te paralizaba, vos seguías haciendo lo que había que hacer.
Y cuando uno hablaba con estos muchachos, que entonces eran jóvenes, jovencitos... la mayoría son jóvenes eternos, murieron jóvenes, ellos le trasladaban, le transmitían a uno, mucha fuerza. Vos veías que eran Apóstoles, que eran gente Misionera, dispuesta a dar la vida, por su Fé... Fé Cristiana. Fé Sandinista. Fé Revolucionaria. Tod@s queríamos, como queremos ahora, un Mundo Mejor. Un Mundo Culturalmente Mejor. Espiritual-mente Mejor. Social y Políticamente Mejor. Mate-rialmente Mejor! Un Mundo que cambiara simul-táneamente, en todos los aspectos. Y esos valores son los que a nosotros nos hacen trascendentes. Diferentes de lo que es propiamente solo un Par-tido Político.
Porque un Partido Político es un montón de docu-mentos, estructuras, organigramas, ¡pero el San-dinismo no es eso! El Sandinismo es Valores, Principios, Fé, Creencias, Prácticas, Rituales. Ese Acto del 19 de Julio todos los años, es como una Gran Misa, Dios me perdone si a alguien ofendo, ¡pero eso es! Nosotros vamos a una Misa Revolucionaria, vamos a cantar, vamos a llenarnos del Dios de los Pobres, de Amor al Prójimo. Porque Dios está en todas partes. Y salimos de allí fortalecidos, a trabajar, a luchar con todo lo que tenemos y somos, contra la pobreza.
Esa Caminata del Repliegue, o Caravana, como és, o como vaya a ser... es nuestra procesión ¡son nuestras procesiones! La caminata del Fortín, las caminatas que hacen en cada Departamento con-memorando sus propias fechas revolucionarias... esos son rituales. Y la gente recorre esas proce-siones, cumple con esos rituales, porque necesita tomar contacto con su Fé, sus Creencias, sus Va-lores, y sobre todo, porque se inspira recordando a la gente que los vivió hasta las últimas consecuencias. Inspirarse, para al día siguiente trabajar con fortaleza, con más fuerza... ese es el Sandinismo, que Dios mismo nos ha dado! Y todos nosotros tenemos que sentirnos orgullosos de ese Sandinismo Cristiano, Socialista y Soli-dario, que llevamos en las venas.
¿Cómo trabajar todos los días, desde esos Prin-cipios, Valores, Creencias y Querencias? ¡Porque nosotros queremos a Nicaragua. A nuestra gente! ¡Ahí el reto! ¡El gran desafío! Y tenemos que lograrlo. Y lo vamos a lograr... pero es un pro-ceso. Yo, cada día, asisto a la repetición, a la profesión del Credo, cuando veo a la gente afir-mando cómo el Gobierno Sandinista le ha cambiado la vida. Cómo le ha ido mejorando la vida. Es, para mí, una manifestación de Fé.
Incluso, una señora de Matagalpa, un día de estos decía: “yo creo que este Gobierno vive con Dios, dice, porque mire, ¿cómo iban a saber que yo necesitaba animales? y aquí me están dando estos animales...” eran cuatro pelibuey. Ella no dijo que éramos Dios, sino instrumentos de Dios, es lo que yo entendí, o sea, que para ella, para nues-tro pueblo, estamos realmente practicando el Cristianismo. Y todo eso es Profesión de Fé. Vida desde la Fé.
Por eso yo sostengo que nosotros, todos los san-dinistas, tenemos que conectarnos con esas reali-dades espirituales, que van más allá de nuestros gustos o disgustos personales. Porque nos debemos a un Ideario que no es personalista, que tras-ciende el egoísmo; un Ideario que nos coloca frente a la obligación de Patria Libre ¡y Vivir...! Ya no estamos librando batallas arma-das, gracias a Dios. Es ¡Patria Libre y Vivir! Vivir Bien. Con Justicia, Fraternidad y Paz. Ese es el otro concepto que hemos venido incorporando a nuestro Proceso y a nuestro Proyecto... Vivir Bien, desarrollar la Revolución, profundizar la Revolución, de acuerdo a lo que se puede ir ha-ciendo en cada momento, lo que se puede, en este Mundo difícil, complicado, crítico, con crisis ambientales, crisis laborales, crisis económicas, crisis naturales, crisis políticas.
Estamos viendo el Mundo insurreccionado... Euro-pa, África, las calles llenas de gente recla-mando. Por eso, hacer Revolución, promover Jus-ticia Social en un Mundo en crisis, con un Modelo en crisis, el Capitalismo, es un gran desafío. Y nos toca construir Revolución en ese Mundo en crisis; sin dogmas, sin catecismo, innovando. Innovando a cada momento, encontrando la manera de hacer Revolución, Justicia, Socialismo, Cris-tianismo, Solidaridad y Complementariedad, de acuerdo con esos Valores, esos Principios, pero sobre todo también de acuerdo con la Identidad, la Cultura, la Idiosincrasia, la manera de ser de los nicaragüenses.
Porque también eso aprendimos en los años 80... Los Procesos tienen que ser respaldados por la mayoría. No podemos imponer un Proceso Revolu-cionario... la gente, el pueblo, amplio y diverso, lo tiene que empujar, lo tiene que im-pulsar, lo tiene que protagonizar. ¡Si no, no es Revolución! El pueblo tiene que ser el prota-gonista, y en el pueblo hay familias, jóvenes, mujeres, hombres, campesinos, productores, profe-sionales, trabajadores, intelectuales... ¡ese es el pueblo! empleados, desempleados, trabajadores, trabajadores por cuenta propia, ¡de todo! El Pueblo... el Pueblo protagonizando. Ese es el Poder Popular, ese es el Poder Ciudadano. Y nuestro concepto de Pueblo tiene que irse am-pliando. Porque no es sólo el sandinista el que conforma ese conglomerado que llamamos Pueblo.
Decíamos que para poder garantizar la continui-dad, y el desarrollo de este Proyecto Revolucio-nario, de Revolución en Paz, con transformaciones profundas, desde la Conciencia, tenemos que ga-rantizar que la mayoría de nicaragüenses respalde ¡y protagonice este Proyecto! Nos toca, ganar mayoría. Ganar mayoría, y no sólo para el 6 de Noviembre, sino para todas las batallas veni-deras. Ganar a la gente, para que protagonice, respalde, acompañe y defienda los Proyectos, los Programas, las Propuestas. Ganar mayoría entre, incluso, mucha gente que todavía hoy pueden estar perteneciendo a otras fuerzas políticas. Y la mayoría se gana con Amor, reconociendo la diver-sidad, con Respeto, con discursos y prácticas fraternales, siendo buen vecino, buen compañero, buen amigo. Así se gana, así se construye ma-yoría. Creando y re-creando desde la diversidad, inclusive! Creciendo desde todo lo que somos! Así se crea el Buen Vivir...!
Tenemos ya varios días de estar hablando de esto. Desgraciadamente, vemos que algunos de nosotros vivimos todavía en una dimensión que no es sandi-nista, en términos de Valores. Podemos ser sandi-nistas porque pertenecemos al Partido, porque hemos tenido el carnet, incluso podemos tener el broche de la Segunda Promoción del Frente Sandi-nista, que dicen que fue la Promoción Legendaria. Podemos ser sandinistas de vieja data, pero, podemos no conducirnos como sandinistas en la Vida Cotidiana. Porque cuando cerramos, tanto la conciencia como el corazón, a la realidad de que el Frente Sandinista se propuso transformar Nica-ragua para el Bien Común, primero, erradicando la dictadura, y ahora, en estos otros tiempos, creando Justicia, Fraternidad, Trabajo y Paz! Cuando los sandinistas luchábamos para alcanzar el día de la Victoria, no luchábamos para que solamente los sandinistas fueran beneficiados al llegar el Triunfo. Igual ahora...! Nos debemos a todo nuestro Pueblo. Nos debemos a la Reconci-liación y la Unidad Nacional! Esa es la Revo-lución de la Conciencia. Ir avanzando con mucho, mucho, pueblo protagonizando democráticamente, mucho pueblo, de todos los signos, diverso, rico. Porque creemos en el Ser Humano y el Mundo Mejor para Tod@s, Con Tod@s, por el Bien de Tod@s.
Nadie dijo: se va a ir el somocismo, va a terminar el neo-liberalismo, y sólo los que participaron en las luchas van a vivir en Libertad y Democracia. Que yo sepa, nunca nadie pensó en pasarle factura al Frente Sandinista... Yo, fulano de tal, he hecho esto, esto y esto, y ahora, a cambio, es-pero que me den esto, esto y esto. Nadie batalló así.
Pasaron los 10 años del primer Gobierno nuestro, y vivimos con mucha Mística. Yo creo que el en-torno, ese entorno de conflictividad, de guerra, porque era una situación extrema, nos hizo unir-nos, nos hizo ser más Solidarios, y no pedíamos tanto, nos contentábamos con poco. Decía un amigo poeta: éramos felices en los tiempos de los millo-nes, porque andábamos con los millones, íbamos al mercado con 70 millones, 100 millones, 200 millo-nes.
Una compañera que iba a hacer las compras de la ASTC, la tenían que ayudar porque iba con una gran bolsa, llena de millones, que no valían mucho, pero éramos felices, dice el poeta Fer-nando Silva, en los tiempos de los millones. Pero además, dice el poeta Silva, uno se avisaba... llegó la carne, llegó el papel higiénico ¡y todo el mundo feliz! a hacer la cola en comunidad, platicando, conviviendo, para comprar la carne, comprar el papel higiénico, porque después se iba a “escasear”. Nos acordamos de esos momentos, y los vivimos casi con nostalgia, porque había un sentido místico, de comunidad; casi como de los primeros Cristianos.
Y luego, cuando nos tocaba también acompañar a las familias que perdían hijos, hermanos, padres, también compartíamos, éramos Solidarios, y está-bamos allí, todos llenos de dolor, abrazándonos en el compañerismo Revolucionario. Y no estábamos planteando que el Frente me tiene que dar o “resolver” sólo a mí, porque yo hice esto, o hice lo otro.
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Nosotros tenemos, con mucho orgullo, un sandi-nismo duro, leal, a toda prueba. Y ha sido nuestra defensa. Ese sandinismo ha votado por nosotros en todo momento, y ha defendido el Proceso en todas las Etapas. Y hay que reconocer a los compañeros esa fortaleza. Esa firmeza. Es decir, los sandinistas hemos sido de todas las batallas. Pero, precisamente, como venimos de Principios Cristianos, las batallas tenemos que librarlas, desde esos Principios ¡no podemos no amar, no podemos excluir, o discriminar, a nadie!
Nosotros mismos podemos ser nuestros peores ene-migos. Nosotros mismos podemos bloquear ese crecimiento que tanto necesitamos. Esa mayoría Solidaria y Complementaria, que debe protagonizar y consolidar el Proyecto Revolucionario, para de-sarrollarlo, para evolucionarlo.
En términos de Gobierno, gracias a Dios, a nosotros nos ha ido bien... Hemos sido bende-cidos, iluminados para promover el Bien... hemos hecho un Buen Gobierno, hemos trabajado bien; hemos logrado ir creando una realidad distinta. Económicamente. Socialmente. Culturalmente. Pero eso no puede ser sólo para los sandinistas. Eso tiene que ser todo el país. ¿Cómo lograr que esa aprobación mayoritaria que tenemos en estos momentos, gracias a Dios, casi 51%, también incluya de corazón y de conciencia a tod@s l@s sandinistas...?
Cuando salimos fuera de Managua, encontramos a la gente contenta, llena de Esperanza, de Confianza, de Porvenir, de Ilusión, de ganas de trabajar, de ganas de prosperar. Pero en ciertos lugares de Managua, parece que nos hemos quedado en un círculo vicioso. Me reportan los compañeros de Capacitación, que algunas Asambleas son todavía de reclamos, de exigencias; y son sobre todo de preferencias, es decir, exigir una preferencia para el sandinista. Y luego también, hay expre-siones que no reflejan el espíritu de Convi-vencia, de Reconciliación, de Unidad, que pro-mueve el Frente Sandinista.
Esto, compañeros, no nos ayuda. Tenemos que tra-bajar para transformar esa cultura limitante y limitada. Es una cultura que está divorciada com-pletamente de los Principios del Sandinismo.
Nosotros tenemos que trabajar duro, en términos ideológicos, en términos culturales, en términos espirituales, para que nos acerquemos vivencial-mente, socialmente al otro. Al Prójimo. Revivamos esa tradición mística, esa tradición ética, esa tradición de servicio, de l@s herman@s sandi-nistas; y sobre todo, seamos capaces de promover Fraternidad, de promover Solidaridad, Generosi-dad, Complementariedad, desde un espíritu mucho más amplio, más optimista, más tranquilo.
Cuando presentamos la Estrategia para la Campaña Solidaria y el Trabajo para el Bien Común, algu-nos periodistas de Medios sandinistas, al cono-cerla y discutirla, nos transmitieron su preocu-pación porque esos Valores que aparecen allí definidos, no son los que se encuentran todo el tiempo entre todos los sandinistas en los barrios, o en las movilizaciones. Y ese divorcio, que a veces encuentran, entre la teoría Sandinista, y la práctica les preocupa, porque quieren refle-jar, en nuestros Medios, nuestra Práctica de Va-lores, nuestra Coherencia. Nuestras Ideas, Idea-les, Principios, en acción.
Hemos empezado a hablar más de estos temas, es-tando claros que vivimos un proceso de recu-peración de nosotros mismos. Tenemos que reencon-trarnos con nuestras raíces culturales, espiri-tuales, con nuestros orígenes. Tenemos que tras-cender el egoísmo. Y tenemos que aprender, re-aprender, y desaprender todo lo que interiori-zamos en los 16 años. Si partimos, como he dicho ya dos o tres veces, que el 6 de Noviembre es un Evento, del que tenemos que salir fortalecidos, obviamente sabemos que el 7 de Noviembre es-taremos, Dios mediante, trabajando más y mejor; con más Pueblo protagonizando el Proyecto. ¡Y a eso debemos apuntar!
Tenemos que sembrar Concordia, Cariño; tenemos que rescatar el Espíritu de Comunidad, porque no es sólo de bienes, no es sólo de Pan que vive el hombre o la mujer; tenemos que trabajar, por eso digo yo, para una Campaña permanente, una Campaña por el Bien Común; una Campaña por la Recu-peración de nuestro Legado Histórico y la insta-lación de todo lo que es válido de ese Legado Histórico, en estos nuestros días, en esta otra Época Revolucionaria. Una Campaña permanente y coincidente en todos los planos, simultánea, que nos lleve a erradicar de verdad la pobreza Ma-terial, Espiritual, Cultural! A instalar Frater-nidad en la vida cotidiana. A crear de verdad la Unidad de Tod@s, por el Bien de Tod@s!
¿Qué reconoce más la gente? Estamos haciendo re-corridos ahorita por todo el país con el Minis-terio de Salud. Y la Doctora Castro, que está por aquí, sabe, porque ella nos manda los informes, que lo que más aprecia la gente, es el trato, el Buen Trato. Aunque haya medicina de la que la persona necesite, si hay mal trato... lo que queda en la gente ¡es el maltrato! Y aunque no haya medicina, si las enfermeras y los trabajado-res de la Salud, son amables, cariñosos, genero-sos, solidarios, o como decía un Compañero, si hasta al ponerme una inyección me demuestran cariño, la imagen y la respuesta de esas per-sonas, es otra.
¡Es lo mismo! Aunque estemos en situación de po-breza todavía, si nosotros vamos con Cariño, con Conciencia de Convivencia, de Fraternidad, a hablar con la gente, a explicar los problemas, a hacerle frente a los problemas... porque los problemas no se pueden rehuir. Nosotros no podemos ocultar. Tenemos que enfrentar, tenemos que explicar. Pero tampoco se gana mayoría, mintiendo... ¡ah no, que vamos aquí a componer todo esto, y vas a ver que ya en Enero amanecen aquí los tractores, y las casas nuevas! Así no construimos mayoría! Porque no es en Enero que van a llegar, necesariamente, los tractores ni las casas nuevas. Llegarán, claro que sí, pero se debe esperar un poco más... ¿Van a respaldarnos después, si engañamos? Aquí lo que cuenta, compañer@s, es el respeto a la gente, desde los valores, desde el Espíritu Soli-dario.
Incluso, aún sabiendo que no van a votar por nosotros este Noviembre, si nosotros somos cari-ñosos, respetuosos, Solidarios con esa familia, con esa gente, nosotros estaremos ganando. Porque la gente está observando, y está viendo cómo los respetamos en su opción, en su diversidad. Y cuando empiecen o sigan llegando los Programas, re-flexionarán y hasta es posible que vayan a ser parte de esta mayoría, Solidaria y Complemen-taria, de Poder Ciudadano. Porque Dios mediante, los Programas van a multiplicarse en el próximo período de Buen Gobierno... Por ejemplo, adicio-nal a los Títulos, tendrán que venir Programas para reparar las viviendas familiares. El Comandante, en su momento, lo va a anunciar.
Entonces, cuando se multipliquen los Programas para tod@s, sin excepción o exclusión; o los Cré-ditos, muchas más familias y personas, se acerca-rán. Es seguro! Más con el enfoque fraterno, que debemos hacer, que es el correcto.
Esos créditos les han servido a miles de mujeres, para ponerse a caminar, ponerse de pie y caminar. Ahí salía en la televisión, una viejita que empezó con un pote de caramelos, y ya estaba vendiendo chinelas, ropa, en una pulpería. O sea, de la pana a la panadería, como dijo el compañero Oscar Cantarero en la otra reunión. Y és la explicación más gráfica del progreso, del pros-perar de las mujeres con el Programa Usura Cero. La compañera que vendía pan, en una panita, ya lleva como seis créditos, y ahora tiene una pequeña panadería. ¡Eso es prosperar...! O con Hambre Cero, de la vaquita a la Cooperativa, y al Comercio Justo y Solidario...!
Hemos cubierto lo que hemos podido. Esperamos multiplicar esos Programas. Para mujeres y hom-bres. Para el campo y la ciudad. Dios mediante! Y no es una limosna. Sería un irrespeto para la gente, cuando está en edad de producir, de tra-bajar, dar una limosna. ¡No...! Nuestros Pro-gramas apuntan a asegurar que todo ese potencial, esa capacidad productiva que tenemos las per-sonas, las familias, podamos ponerla en práctica para ganarnos la vida con dignidad. Y no necesa-riamente tenemos que ser trabajadores asala-riados. En nuestro país, a la gente lo que le llena más de orgullo es trabajar, como dicen, por cuenta propia, o por sí mismo. Yo trabajo por sí sola, dice la gente. Eso es lo que más le llena de orgullo. O las personas que han criado hijos profesionales, vendiendo fresco, por ejemplo, en los mercados, que hay cantidad de historias, o vendiendo comida. ¡Y lo cuentan con orgullo... llenas de orgullo!
Este es un pueblo luchador, laborioso, traba-jador... con esos valores tenemos que reconectar. El Socialismo, la Revolución, no significa que vamos a dejar de trabajar. No significa que vamos a sentarnos a esperar que nos llegue el maná del cielo. Ayúdate que te ayudaré, dice Dios; rezando, rogando a Dios y con el mazo dando, trabajando... porque si yo, sólo me siento a esperar que los milagros se produzcan, va a decir Dios, “¿y esta perezosa?” Para obtener resultados hay que trabajar, y mientras más se trabaja, y mejor se trabaja, mayor y mejor es el resultado...!
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Creo que podríamos, en parte, haber interiorizado un estilo de Campaña arrogante, egoísta, suma-mente impositivo... ¡a nadie podés obligar a votar por vos! Tenés que convencer, tenés que persuadir, tenés que enamorar. Tenés que trabajar la Conciencia. Yo siempre digo que en Año Electoral, los pueblos sienten que son dueños de Poder, el poder del voto. Y tenemos que trabajar para que la Conciencia indique a tod@s l@s nicaragüenses, cómo con el Sandinismo, ese poder les pertenece enteramente. Para desarrollarlo y desarrollarse. Más allá del egoísmo. Con un sen-tido de Solidaridad Humana y Cristiana esencial!
¿Qué otro Partido en Nicaragua va a generar estas condiciones que ya tenemos, y las que vamos a seguir creando, Dios mediante, para ser efectivos en el combate a la pobreza? ¡Ningún otro! A nadie le interesa, ninguna de las otras fuerzas políticas les interesa que deje de haber pobres, o que los jóvenes estudien, o que en el campo se produzca.
Ese no es su interés. El interés de ellos es lle-gar y enriquecerse, y eso ya lo hemos visto, y la gente lo sabe. Lo que pasa es que en el corazón de la gente quedan las emociones negativas de la vivencia cotidiana. En el barrio. En la Comu-nidad. De allí que nuestro trabajo respetuoso con el Hermano, el vecino, el amigo, sea tan importante!
Algunos compañeros que, con un infeliz modo de hacer Campaña, gritan a sus vecinos, adversarios políticos, sin nobleza, sin cariño, no están conscientes del daño que pueden hacer. Y no es que lo hagan a propósito. Es un estilo que hemos interiorizado... Ese es el estilo que debemos superar! Es lo que debemos des-aprender. Para ser consecuentes con nuestros Valores y Principios.
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Entonces, yo vuelvo a la conclusión que ya expresé hace unos minutos, que muchas veces, algunos de nosotros mismos podemos ser nuestros peores adversarios, por nuestra manera de ser. En vez de trabajar por el Bien Común en la Comu-nidad, a veces trabajamos para alejar y mantener a distancia, a todos los que debemos sumar. Al Bien Común. A la Humanidad! Entonces, ¿cómo podemos hacer para realizar una Campaña perma-nente en Managua, y en todo el país, una Campaña simultáneamente cultural, espiritual, ideológica, política, material, que nos ayude a entender que estamos obligados a cambiar tod@s en todos los sentidos, y trabajar a profundidad, apoyándonos, todo el tiempo, Con Tod@s, por el Bien de Tod@s?
Nosotros tenemos años de estar hablando a las familias nicaragüenses de vivir en Unidad, en Reconciliación. Años de estar hablando, con el privilegio de contar con Su Eminencia Reveren-dísima, el Cardenal Miguel Obando y Bravo, al frente de este Proceso de Reconciliación, Jus-ticia y Paz. Años de estar emitiendo mensajes de Fraternidad, de Solidaridad, de Generosidad... ¡pero no siempre los oímos todos, ni los repro-ducimos todos!
Tenemos que trabajar todo el tiempo, y no sólo en Campaña, en la Comunidad, de acuerdo a nuestros Principios, Valores, Raíces, Ejemplos Sandi-nistas. Tenemos que atraer al mayor número posi-ble de nicaragüenses, a este Proyecto que debe continuar, y Dios mediante continuará. Un Pro-yecto cuya continuidad depende de la aprobación y el protagonismo, en Complementariedad, de las ma-yorías. De cada vez más familias y personas. Más mujeres. Más Juventud!
Y yo no hablo del 6 de noviembre, compañeros. Es-toy pensando más allá. Porque estamos obligados a pensar más allá. No podemos estar centaveando, tenemos que estar viendo Siempre Más Allá... Porque si no somos cuidadosos y no pensamos es-tratégicamente, nosotros podemos ganar con 50% y pico, y dos meses después podemos tener, como ocurre con los Gobiernos tradicionales, dos meses después podemos estar en 38%. Porque eso es así, los números son efímeros. La aprobación popular, la opinión pública es altamente volátil... sube y baja. Uno debe trabajar bien todo el tiempo! Trabajar con Amor! Para ser reconocido. Aprobado. Como dice el Presidente Chávez, Amor con Amor se paga!
Nosotros hemos logrado sostener esta aprobación, a punta de trabajo, de mensajes, de cariño, por-que hablamos con cariño. Fíjense en los spots y las viñetas que hacemos... hablamos con Amor a la gente, invitamos a todo el mundo a convencerse, a ver, oír, a tener ojos para ver; invitamos a todos, no sólo a los sandinistas. Estamos hablan-do de un país, donde el Ideal Sandinista tiene que florecer, renacer, todos los días, desde nosotros mismos.
Nosotros tenemos que imprimirle a esta Campaña, y a todo nuestro trabajo, el sello de la Frater-nidad, de la Unidad, de la Reconciliación, de la Unión que hace la fuerza. La Unión que es For-taleza. La Unión que es Grandeza! Imprimirle el sello insustituible de la Solidaridad! Sandino hablaba a sus Generales y a su Ejército, como Hermanos, recordemos, todos lo sabemos. Nosotros nos dirigimos a las personas que conocemos como Compañeros y Compañeras, y fue lo primero que se recuperó después de los 16 años, porque aquí ya todo mundo era señor, Licenciado, Ingeniero, Doctor, pero del 5 de noviembre, el día siguien-te, todo el mundo, poco a poco empezó a volverse a llamar, compañero y compañera.
La recuperación de la Dignidad, en sonido y significado del lenguaje ¡es tan importante! Refleja una Voluntad. Refleja un Ideal, refleja una Ideología, que tenemos que poner en práctica todos los días. Si somos compañeros, somos her-manos, somos Humanos, somos Cristianos, somos Re-volucionarios. Somos Sandinistas. Y sólo vamos “pa’alante”, en la medida en que seamos Herman@s de tod@s l@s nicaragüenses, y practiquemos el Amor al Prójimo. El Cristianismo, Socialismo, Solidaridad! En la medida en que nos apoyemos y complementemos unos a otros. Nuestro trabajo tiene que tener ese sello. Es el desafío!
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Herman@s, Compañer@s: Ganar es llenar el corazón de Amor. Si el corazón está lleno de resenti-mientos, está lleno de rencor, no podemos trans-mitir Buenas Nuevas. No podemos buscar que la gente se sume a un Proyecto como éste. Si en su primer eslabón, que es el eslabón de la Familia Sandinista, tenemos el corazón paralizado o in-toxicado, mucho más difícil es que vayamos a hacer trabajo con el resto de la gente.
Creo que tenemos que comprender que nuestro trabajo de Campaña hoy es distinto; gracias a Dios que nos ha permitido ir construyendo Medios de Comunicación nuestros, y ese es el gran poder de las Campañas. Por eso he insistido siempre, que los compañeros nuestros sigan nuestros Me-dios, porque ahí están los mensajes siempre. Así reproducimos el mensaje correctamente. Y somos el mejor ejemplo sobre la condición sandinista en el terreno.
Tratar de cambiar la lógica. Tenemos que tener más incidencia y proyección de Medios, y a la par, más convivencia comunitaria; es decir, bus-car cómo hacer actos en la Comunidad, donde se invite a la gente, donde se celebre, se pla-tique... sin arrogancia, sin pretender que noso-tros somos los únicos dueños de la verdad, sino más bien, mostrando Fraternidad, Generosidad, Solidaridad, Complementariedad... mostrando com-prensión por los dolores de la gente, y cele-brando también todas sus alegrías. Sobre todo, instalando Esperanza, de todo lo que viene, que tiene que ser mejor de lo que ya hemos tenido. Ese es el trabajo. Ser y Vivir como Hermanos de verdad! Y yo sé que es difícil, porque es un pro-ceso cultural, de des-aprendizaje y aprendizaje. De “Educación Superior!” ¡Es difícil, pero no imposible!
En la última visita del Presidente Chávez, está-bamos hablando, y me dice: “es que eso es muy “trabajoso”. Entonces le dije yo: ¿Difícil? “No, me dice, difícil no és, trabajoso, que es di-ferente. Se tiene que trabajar más”. Quizás esa es la manera más correcta y clara de poner en-frente y sobre la mesa, el desafío que tenemos... es trabajoso. Es un proceso cultural, espiritual. La Cultura, el Espíritu es lo más profundo, pero también lo más grande. Lo imperecedero. Lo tras-cendente. Lo más fuerte!
Imagínense, después de haber sido una gran Fra-ternidad, con todo y los problemas propios de la condición humana, nos vimos obligados a batirnos unos contra otros, en las calles, con esas Consultas Electorales que se desarrollaron en los 16 años neo-liberales, de devaluación Moral, Espiritual, Cultural, de Nicaragua.
Gracias a Dios que ya salimos de esas Honduras, como dicen que dijo Cristóbal Colón; sí, ¡gracias a Dios! Honduras en términos de lo hondo y profundo de los abismos en que hemos estado, que estuvimos, en esos 16 años. Ahí se apostó a hacer desaparecer al Sandinismo, con todas esas reyer-tas y trifulcas, y todos esos procesos de con-flictos y dolores, heridas abiertas por todos lados. A eso se apostaba, en el fondo. Gracias a Dios salimos. Gracias a Dios estamos ya abriendo puertas de Porvenir !
Y ya no podemos caer en esos pecados mortales... dividirnos, herirnos, golpearnos, ¡al contrario! Yo por ejemplo, me siento tan orgullosa de que la Juventud haya decidido hace rato, que no partici-paría en esas contiendas. Porque la experiencia, además, en otros países, ha sido muy negativa. Mucha gente que, rápidamente, sin pasar por todos los fuegos de los Procesos Políticos, los Pro-cesos de empoderamiento revolucionario, de repen-te aterrizaban fácilmente en las Asambleas Nacio-nales o en los Ministerios y, ¡se quedaron a me-dio camino! Porque no tenían, yo le llamo a eso, no tener columna vertebral. ¿Qué quiere decir eso? Cuando la formación que vos vas adquiriendo en la vida con las luchas, con los errores que cometemos y de los cuales aprendemos, para no volverlos a cometer; con los reveses, con las Victorias, toda esa formación te da columna ver-tebral.
Cuando no tenés columna vertebral, no te reponés nunca de un “éxito”, entre comillas. Te encontrás gente que talvez llegó a una posición, y con-sidera que es la cima de la Vida, y ocupa la posición desde una perspectiva personal; se le olvida que ahí está representando a gente, que está representando además, a un montón de gente que ya no está. Porque cada uno de nosotros, cuando llega a una responsabilidad, tiene que estar representando a los miles de sandinistas que dieron sus vidas, y por eso tiene que ser ejemplo, y luego, está representando a los miles de sandinistas y no sandinistas que lo eligieron.
Pero si no tenés columna vertebral, no tenés cómo recordar todo eso. No tenés el registro, no tenés el Programa, y empezás a conducirte como que fueras el rey del Planeta, por cuenta propia. Se te olvida de dónde venís, para dónde vas.
Esa columna vertebral, que es lo que nos di-ferencia de los invertebrados, que son fácil-mente aplastables, los insectos, no las personas, los insectos; esa columna vertebral es la Con-ciencia, es la forja de la Conciencia, y es lo que nos permite vernos en cada momento de nues-tras vidas, no importa dónde estemos, como servidores. Hoy podés estar aquí, mañana podés estar allá, pasado mañana por otro lado, pero siempre estás al servicio, listo, siempre listo, como los Boy Scouts. Ese es el secreto de la vida de un Revolucionario, siempre estar dispuesto al servicio, porque sí tenemos que aprender a ser-virle al pueblo mejor.
En esta nuestra Campaña Solidaria Permanente, Total, del Trabajo y la Unidad por el Bien Común, repito que, el desafío es grande. La fuerza san-dinista, debe tener Espíritu, Alma, Cultura, Convicción Solidaria y Cristiana. Y tenemos que trabajar, para instalar formas de trabajo conse-cuentes con esos Valores! Todo lo que hagamos tiene que ser para crecer junto a todo nuestro Pueblo. Para ser cada día más. Para complemen-tarnos. Y para ser cada día mejores. Eso es la Revolución Sandinista hoy!
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El estilo y la lógica no puede ser de tarea, tarea, tarea, sin cuidar la calidad y sobre todo, la calidad espiritual, cultural, humana.
Porque, tarea efectiva es aquella que se hace con el Alma, con la Conciencia, con el Corazón, donde está cuidado todo. Pero sólo tarea, tarea... nosotros podemos llenar mil páginas, diciendo soy el mejor. ¿Y somos los mejores? No. Eso se cons-truye, y tampoco vamos a ser los mejores, vamos a ser mejores de lo que somos, que es distinto.
Creo que hay que tener Conciencia de que todas estas reflexiones son parte de un proceso. No hay Campaña Electoral Revolucionaria, que no nos obligue a crecer y a ganar, no sólo en términos de votos, o de cantidad, sino en calidad en nues-tro trabajo. El Frente Sandinista de Liberación Nacional, como Partido, lo dijimos el año pa-sado... tiene que estar a la altura de los desafíos de estos tiempos, que son mucho más complejos.
Es mucho más fácil agarrar un fusil, independien-temente de que la vida esté en riesgo, pero sen-cillamente aprendés a disparar y te defendés. Aquí la cosa exige toda la inteligencia, toda la sensibilidad, toda la disposición, y todo el ejemplo de Vida. Eso quiere decir coherencia. O sea, cuando andás con el fusil nada más, como es una situación extrema, hay un montón de cosas que quedan anuladas, fuera. Pero cuando hay que cons-truir Ciudadanía, Mayoría Protagónica y Comple-mentaria, que es el sentido de la Revolución, hay una suma de factores que no podés descuidar, porque uno de esos elementos en desbalance, te afecta totalmente, te afecta la totalidad, no te permite avanzar.
¿Cómo construir ese Frente Sandinista del Siglo XXI, para estos desafíos? Lo primero es acep-tarnos nosotros, no como somos, sino como quere-mos o deberíamos ser, o como debemos ser. Para trabajar por ser así. Mejores en todo sentido! ¿Qué quiere decir eso? Aceptar la necesidad que tenemos de transformarnos profundamente, de cre-cer espiritualmente, políticamente, y de incor-porarnos todos, mayores, jóvenes, mujeres, a las tareas. En calidad. En cantidad. En diversidad fraternal.
Nicaragua, el Proceso Revolucionario Sandinista, es uno de los pocos en el Mundo, que tiene mayoría juvenil. Eso es un tesoro que hay que cuidar, chinear, todos los días; cultivar todos los días. ¿A quiénes nos toca? ¡A los mayores! A los mayores nos toca reconocer esa fortaleza de este Proceso, cuidarla, cultivarla, porque donde no hay Juventud, no hay continuidad. Todos somos de la muerte, cualquier día no está alguno de nosotros, porque eso es así.
Dijo el Compañero General Raúl Castro: por ley de la vida, éste va a ser el último Congreso de la generación que triunfó con la Revolución. Y eso lo aceptan los compañeros de la Dirección Cubana, con la naturalidad con que debemos aceptarlo to-dos. ¿Qué es lo que se tiene que hacer? Construir continuidad, construir mayoría protagonizando, complementándonos desde nuestras capacidades, habilidades y sensibilidades. Asegurar esa Juven-tud que viene con toda la energía vital, y complementarla con toda la experiencia vital también, de los más adultos. Ese también es el reto que tenemos. Respetar a los jóvenes, como se tiene que respetar también a las mujeres.
Cuidemos la calidad humana, la calidad revolu-cionaria. Evolucionaria. Veamos lo estratégico, no lo chiquito, no lo pequeño. Cuando sólo te quedás viendo lo pequeño, ¡te arrasa el vendaval!
Y ojalá Managua se convierta en un ejemplo de coordinación entre mujeres, jóvenes, adultos, y Poder Ciudadano. Ojalá, esto que estamos haciendo hoy, esto que empezamos a hacer desde la semana pasada, nos lleve a ir construyendo una coor-dinación que puede ser ejemplo para el resto de Municipios del país. Muchísimas gracias, buenas tardes.